miércoles, diciembre 27, 2006



Queridos Reyes de Oriente:

Cada día falta menos para que conzcáis al Niño-Dios. Sé que le lleváis valiosos presentes, como se merece el Hijo del Hombre. Yo os quería pedir un regalo para mis amigos y para mis padres y para mis vecinos. Se trata de que ya no queremos seguir siendo "un problema". Queremos ser personas normales. Esto lo digo porque desde la televisión pública catalana y desde ciertos organismos oficiles los que hablamos castellano nos hemos convertido en un problema: somos un problema si elegimos estudiar en castellano, somos un problema si en el patio hablamos en castellano, somos un problema si colgamos los rotulos de nuestros establecimientos en castellano, somos un problema si pedimos que los medios públicos que pagamos con nuestros impuestos reflejen la pluralidad linguística de la sociedad, somos un problema si consideramos que nuestro estatuto debería reconocer el bilinguismo.

Y yo, Reyes Magos, no sé lo que hablaréis vosotos, pero no creo que una lengua ni la gente que la habla deba ser un problema sino una oportunidad y por eso os pido que los que consideran que el castellano y los castellanoparlantes debemos estar en situación vigilada reflexionen sobre el mayor don que posee el hombre: la libertad de ser y de vivir.

Un respetuoso saludo y Feliz Viaje

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